La reforma impulsada por el gobierno italiano de Giorgia Meloni introduce límites estrictos y modifica por completo el proceso de solicitud para quienes viven fuera del país.
La Mañana Sin Libreto habló con la abogada Verónica Sacchetta, especialista en la gestión de trámites de ciudadanía, quien explicó que tras el anuncio del decreto que fue publicado el pasado viernes en el Boletín Oficial italiano todo se convirtió en “un caos”.
“El viernes los ministros de Relaciones Exteriores de Italia anunciaron la limitación de ciudadanía hasta dos generaciones: hijos y nietos, y con ello se adoptaron estrictos requisitos para su tramitación”, sintetizó Sacchetta.
Y dijo: “Si bien ya empezó a regir desde el mismo viernes, el Parlamento italiano tiene 60 días para expedirse al respecto y puede derogarlo, avalarlo o aceptarlo de manera parcial. Asimismo, los consulados están cancelando los turnos solicitados para ciudadanía y ya no se tramitarán más por consulados, sino que se harán en Italia, desde Cancillería”.
Respecto a los requisitos, Sachetta explicó que para acceder a la ciudadanía, entre otros, habrá que demostrar haber vivido al menos 12 meses en Italia y de contar con el nivel B1 del idioma nacional.
Asimismo, en Italia, los abogados se organizan para presentar recursos de inconstitucionalidad sobre todo para quienes venían con el trámite en curso.