Sin Libreto dialogó con Maximiliano Padilla, jugador de Estudiantes, de la mano del reconocido periodista Héctor Cometto.
Con una prestigiosa carrera, el futbolista atravesó una situación complicada, tuvo una actitud de resiliencia y pudo volver a disfrutar del fútbol, que ha sido el centro de su vida.
Su puesto es marcador central de Estudiantes de Río Cuarto. También jugó de volante central e izquierdo porque tiene la facilidad de adaptarse a la posición.
“Estamos con expectativas muy buenas, de cara al inicio del campeonato. Buscamos mejorar día a día”, indicó Padilla.
Un jugador que hoy por hoy es un componente importante porque para los equipos como Estudiantes se busca darle roce a los jugadores con equipos de la primera B nacional y convertirlos en un capital futbolístico muy importante.
¿Estudiantes significó un revivir para vos después de tu problema de salud? ¿ Te permitió volver al fútbol competitivo?
En 2014 le descubrieron a Maximiliano Padilla algunos quistes/ tumores, lo que lo llevó a estar más de dos años fuera de la cancha.
Con la finalización del contrato en el equipo donde jugaba, por un tiempo no quiso saber nada más del fútbol por la dura enfermedad que tuvo que travesar, sumado a que los clubes no lo querían aceptar.
Llegó a engordar 14 kilos y pesar más de 100 kilos.
Carrera de superación constante
A las 12 años se fue de la mano de Sergio Polo Robles a Buenos Aires, donde vivió etapas de potrero muy lindas, según comentó el futbolista.
Es una historia, que nos permite ver que empezó de abajo para después de varios años llegar a Boca. De golpe tuvo que volver a empezar. De pasar a estar en lo más alto del fútbol argentino a de un día para otro tocar fondo por enfermedad y tener que volver a empezar de cero.
“Fue muy duro y, si no tenés esa contención de familia, amigos no se puede. En las buenas están todos y en las malas son contados con los dedos”, aseguró Maximiliano Padilla.