Flavia Ochoa, de Coronel Moldes, se convirtió en la primera denunciante contra la firma AstraZeneca y contra la Anmat, por las consecuencias irreversibles que causó sobre su salud la aplicación de lo que fue la tercera dosis en el marco de la vacunación contra el coronavirus.
En diálogo con Rivadavia Río Cuarto 94.7 FM, la mujer de 39 años que es madre de un niño de 5 años, hizo un pormenorizado relato de la sucesión de hechos que hoy la encuentran en silla de ruedas e imposibilitada de recuperar la movilidad que gozaba antes de esa aplicación.
“Me apliqué la vacuna a las 8.30 de la mañana del 4 de enero de 2022 y a las 7.30 de la tarde empecé con dolores, calambres y flojera. Al día siguiente no me pude levantar de la cama y se empezó a afectar la movilidad en piernas y brazos”, introdujo Flavia.
Y agregó: “En el Hospital de Coronel Moldes me ponen una antialergénico y calmante. No mejoré y me derivan a Rio Cuarto, donde me practican múltiples estudios y hasta me realizan una punción por al que finalmente me diagnostican el síndrome Guillain-Barré con cuadriparesia”.
De ahí en adelante, todas fueron complicaciones para su salud y su movilidad es prácticamente en silla de ruedas. “Hoy en día hago pocos pasos con andador, y si bien recuperé la movilidad en brazos, en piernas no. Y no me dan mucha expectativas”, resume.
Ahora, radicó una demanda en el Juzgado Federal de Río Cuarto por más de 100 millones de pesos, contra la multinacional y la Anmat, en lo que representa la primera denuncia judicial en el país de esta índole.
