Diego Vivas y Marianela Luna celebraron su casamiento el sábado por la noche, pero lejos de una salida romántica o una larga sesión de fotos, su primera parada como recién casados fue la cancha de Estudiantes de Río Cuarto. La pareja, hincha fiel del León, salió de la iglesia San Roque pasadas las 20 y se fue directo al estadio para ver la final.
“No faltamos nunca, era imposible no ir”, coincidieron.
Marianela, todavía vestida de novia, entró entre risas y aplausos, mientras que Diego admitió que incluso en plena ceremonia pensaba en llegar a tiempo al partido. Ya instalados en la tribuna Norte —la de «la leonada»— vivieron la victoria gracias a los goles de González y Antonini, un “regalo de casamiento” que, aseguran, no olvidarán jamás.
La historia se volvió viral rápidamente, aunque para ellos fue simplemente una continuidad natural de lo que viven desde que están juntos: compartir la pasión por Estudiantes. De hecho, hasta llevaron un proyector al salón para seguir el partido junto a familiares y amigos antes de continuar con la fiesta.
“Fue una noche soñada, por todo: por el casamiento y por el triunfo”, dijeron. Y así, entre cantos, abrazos y euforia albiazul, comenzó oficialmente la vida matrimonial de Diego y Marianela, con una noche de bodas que tuvo tribuna, gol y un amor compartido adentro y fuera de la cancha.
