En un juicio abreviado realizado días atrás en el Juzgado de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar, de Género y Penal Juvenil, el joven de 17 años acusado del crimen del remisero Facundo Pereyra, recibió una pena de nueve años de prisión, tras el hecho registrado el 26 de mayo del año pasado en barrio Ciudad Nueva. En tanto, los otros tres coautores fueron declarados inimputables por su condición de menores de edad.
Pablo Romero, abogado querellante de la familia de Facundo Pereyra, dialogó con La Mañana Sin Libreto y consideró que si bien el juicio abreviado se ajusta a derecho, el problema de fondo deviene por la ley de Minoridad.
“Tenemos un doble sabor: por un lado, se logró acreditar la responsabilidad al menor. Lo que viene ahora, nos deja un poco disconforme, pero no podemos hacer mucho en eso”, dijo Romero. Y añadió: “Sabemos que las estadísticas muestran que estos chicos vienen con trasfondos preocupantes, como las adicciones o la falta de contención familiar, por lo que es probable que quede en libertad y al poco tiempo lo tengamos nuevamente sometido al proceso o haya cometido algún ilícito”.
Más adelante, ironizó con disconformidad: “Sobre los otros tres menores, no queda más que sus padres les digan: ‘no salgas más a matar a nadie’”. Asimismo, Romero destacó la investigación instructiva que determinó las acusaciones contra los cuatro jóvenes que terminaron con la vida del remisero.
