Con más de 60 años en el oficio que heredaron de su padre y su tío, Osvaldo y Héctor Fiore dedicaron toda una vida a trabajar junto al noble material en distintos ámbitos. Desde muebles para el hogar a infraestructura rural, y en los últimos años abocados a la restauración de carruajes, volantas, sulkys y vagonetas.
“Empecé desde muy chico. Cuando terminé el colegio, papá me preguntó si quería seguir estudiando o me quedaba a 15 metros, que era lo que separaba mi casa del taller”, recuerda sonriente ante La Mañana Sin Libreto.
Hoy, Osvaldo celebra más 63 años en el oficio carpintería y su hermano 70 años.
“Cuando dejemos de trabajar, la carpintería se cierra: no tenemos quién nos siga. Asimismo, nunca nos faltó el trabajo por el hecho de hacer carpintería en general y en el taller llegamos a tener hasta 12 empleados”, dijo.