Sabemos que las formas de realizar arte son tan amplias y variadas como personas existen en el mundo. La creatividad y formas de expresarse nos lleva a conocer a Mercedes Moréteau, una artista argentina que realiza bordados digitales con emojis.

Nuestra suerte no quedó ahí, sino que Mercedes pasó por Hakuna Matata, el programa semanal de Sin Libreto y nos contó sobre sus orígenes, recorrido y metas a cumplir.

Todo surgió en el año 2017, cuando en un picnic con unas amigas, Mercedes notó que al momento de querer tomar una foto con su celular, la cámara del mismo se había dañado. Ante este inconveniente, decidió retratar lo que estaba viendo a través de reconstruir la imagen con emojis.

Mercedes ya contaba con experiencia previa en pintura con acuarela pero nunca había realizado un retrato con emoticones. De este modo, la artista logró retratar el cielo, el pasto, unas casas, bicicletas y chicas haciendo distintas actividades. Asi nació su primer bordado digital “Un día en el parque con las pi”.

Luego de la repercusión personal y social de la obra, se abrió un mundo de posibilidades para la artista digital «si puedo hacer un paisaje, puedo hacer un retrato». Mercedes estudió maquillaje y peinado y cuenta con gran experiencia en el mundo audiovisual. Por lo tanto, cuestiones como colorimetría y morfología lo tenía muy trabajado y aprendido.

Todo arrancó de una manera muy espontánea pero con el correr de los meses todo fue profesionalizándose. «Lo que yo hago es tomar miles de emojis y los voy colocando uno a uno de forma milimétrica» afirmó Mercedes. Depende de la complejidad del trabajo, cada bordado le puede llevar hasta 2 años de realización, para entender el trabajo que hay por detrás.

En la elección de las obras, Mercedes nos mencionó que le interesaba mucho las figuras icónicas. Pero esto también trajo inconvenientes ya que las críticas no tardaron en llegar, cuando los retratos tenían cierta connotación política. Por este motivo, la artista decidió despegarse un poco de esa rúbrica y ligarse mas a las flores. «La gente se sorprende al ver un cuadro, porque de lejos ve una imagen pero cuando se acercan aprecian los emojis» agregó Moréteau.