Leonardo Manavella, fundador del proyecto «Malma», el cual se basa en la investigación biotecnológica de materiales, en colaboración con hongos; estuvo en contacto con Café con Borra y nos comentó sobre esta innovación biotecnológica
«Lo empezamos haciendo de manera súper rudimentaria. En esa búsqueda descubrimos, en el reino de los hongos, un potencial increíble para ofrecer soluciones a los problemas ambientales y globales. Nos dimos cuenta que los hongos tienen la capacidad de descomponer materia orgánica, de reparar ecosistemas contaminados, formar materiales, ser una fuente nutritiva como alimento, etc.» explicó el fundador de Malma.
«Estamos trabajando con un hongo microscópico, el cual, tiene la capacidad de transformar una azúcar, un carbohidrato, en una proteína de alta calidad nutricional. Estamos desarrollando esto con derivados de la producción de maíz y nos interesa trabajar con una industria bien local, para agregarle valor también a los productos que tenemos en la zona y no trabajar con materias primas que sean de otros lugares sino hacerlo y potenciar nuestras economías locales.»
Varias empresas a nivel global están desarrollando la guía de trabajar con materiales por ese lado. Los textiles están haciendo un desarrollo y se utilizan otro tipo de hongos, pero se está trabajando para sustituir al cuero vacuno, o a los cueros basados en petróleo, los cueros plásticos, a través de un cuero con hongos. Argentina también tiene una posibilidad muy importante en este ámbito por el hecho de que tiene una gran biodiversidad de hongos en todo su territorio.
«Hay una oportunidad muy importante ahí desde el punto de vista científico y y biotecnológico para realizar innovaciones de todo tipo. Esta micro proteína que estamos desarrollando es muy importante desde el punto de vista nutricional porque tiene los 21 aminoácidos, incluidos los 9 aminoácidos esenciales. Desde el punto de vista del impacto medioambiental también, ya que por ejemplo, en comparación con la producción de la carne tradicional, está alrededor del 90% de menor uso de recursos como agua, tierra y emisión de gases de carbono. Además es posible aplicarlo en la industria alimenticia, como sustituto de carne vacuna, de pollo, de pescado, etcétera» finalizó.