La llegada de Halloween volvió a disparar la demanda en las casas de disfraces de alquiler, que atraviesan una de las semanas más fuertes del año. Así lo contó Marisa Rodríguez, propietaria del local M&M en calle San Lorenzo al 2400, en diálogo con La Mañana Sin Libreto.
“Estamos a full, trabajando día y noche. A los chicos les encanta esta fecha, vienen con fotos, eligen su personaje y viven la ilusión de salir a pedir caramelos”, relató Marisa, quien incluso confecciona y pinta a mano algunos trajes “con sangre falsa” para los más audaces.
Este año, los disfraces de payasas y payasitos son los más pedidos entre los niños, seguidos por los clásicos piratas, personajes del Juego del Calamar y temáticas familiares.
Rodríguez destacó que Halloween, más allá de no ser una tradición argentina, “ayuda mucho al movimiento comercial”. “Trabajo muchísimo en esta época y trato de mantener precios accesibles para que todos puedan llevarse algo”, dijo. Los trajes infantiles, por ejemplo, rondan los 20.000 pesos, y el local ofrece opciones tanto para niños como para adultos y empresas que buscan animar sus eventos.
En cuanto a las tendencias, la emprendedora contó entre risas que “también salió bastante el disfraz de Milei”, y que cada año procura actualizar su catálogo con personajes de actualidad. “Mi trabajo tiene que ver con eso: que la gente se divierta, se ría un rato y cumpla sus sueños por un día”, resumió.
